- Área: 192 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Jaime Navarro
Sitio
La colonia Roma en la Ciudad de México, desde su nacimiento a finales del siglo XIX, ha presentado una marcada tradición ligada la cultura y el arte. En sus calles se observa una clara influencia francesa, un tanto ecléctica con expresiones de la Belle Époque, el Art Nouveau y en menor medida, el Art Déco y la arquitectura Neocolonial.
La difusión del arte, el ocio y la gastronomía en sus calles permite que esta zona sea reconocida por su alta calidad de vida de barrio y ser uno de los destinos favoritos de la población más exigente de la ciudad. Dentro de este ambiente creativo, en la esquina de las calles Guanajuato y Jalapa, emerge un restaurante que demanda atención sensible a la vista, el restaurante Zapote.
Transformación del espacio
El primer acercamiento con el Zapote está cargado de una innegable energía visual que se experimenta al caminar por afuera del local. Dicho espacio albergaba anteriormente a una tienda de herramientas, la cual ocupaba una esquina ajena al carácter de la colonia, en un ambiente oscuro y pragmático.
Así se describe al espacio sede del nuevo restaurante, situado en la planta baja de un edificio ecléctico de los años 50’s, con un esquema funcionalista de proporción rectangular y con un eje de columnas al centro que divide el espacio en dos zonas profundamente alargadas.
Concepto
La idea principal de diseño del restaurante, surge de manera paralela a los conceptos del movimiento gastronómico conocido como Slow Food, el cual se contrapone a la estandarización y promueve una cultura de calidad. De la misma forma, el diseño del espacio perfila una búsqueda por un concepto fresco e innovador, motivado por el respeto hacia lo natural, lo sencillo y lo auténtico, con una visión joven y creativa.
Carácter distintivo
Una envolvente de madera, visualmente impactante e inmersa de manera contundente dentro del espacio, se inspira en la silueta tradicional de una casa con techos inclinados y se convierte en el gesto principal de diseño. Por otro lado, se encuentra la cocina abierta, con una imagen industrial de instalaciones expuestas, donde los colores blanco y negro representan el rigor, la concentración y el oficio del cocinero.
Atmósfera interior
La intervención del espacio se presenta entonces con una lectura clara: un espacio alargado con dos áreas bien definidas y una atmósfera placentera y resguardada por una envolvente interior con un efecto hogareño construido por marcos de madera que se repiten a todo lo largo del área de comensales.
Dicha envolvente reacciona e interactúa con las columnas y ventanas existentes, abriéndose y cerrándose para permitir que la luz se filtre y avance hacia al interior. La relación de los materiales, texturas y sombras entre sí, evoca a los platillos que se sirven en la cocina, donde cada ingrediente se percibe individual y a la vez como parte de una composición en armonía. Más que un simple diseño de interiores, el restaurante Zapote se define como una transformación del espacio, de arquitectura dentro de arquitectura.